Síntomas de gripe

¿Qué es la gripe?

La gripe es una enfermedad aguda causada por virus pertenecientes al género Orthomixovirus. Estos patógenos se desplazan a la nariz, la garganta y los pulmones y provocan inflamación del aparato respiratorio superior y la tráquea. La gripe es transmitida a través de las gotitas de moco o saliva que se dispersan por el aire al toser o estornudar. Cuando se está enfermo, para no infectar a otras personas conviene permanecer en el domicilio hasta 24 horas después de la desaparición espontánea de la fiebre (uno de los síntomas de la gripe), así como taparse la boca al toser o estornudar y lavarse las manos a menudo.

Gripe: manifestaciones

La enfermedad comienza normalmente con la aparición repentina de síntomas después de 1 o 2 días de incubación. Los síntomas agudos de la gripe pueden durar hasta 7-10 días.

Los síntomas sistémicos suelen ser los primeros en observarse.

Fiebre
Cefalea
Dolor muscular
Escalofríos
Malestar
Pérdida de apetito

Al comienzo de la enfermedad pueden producirse también algunos trastornos en los ojos, que aparecen húmedos y enrojecidos. Los dolores musculares son muy frecuentes.

Normalmente, la fiebre es alta durante los primeros días y disminuye posteriormente de forma gradual, aunque puede durar hasta 8 días. En la mayoría de las personas, la gripe es una dolencia autolimitada, es decir, se cura espontáneamente. Tras la curación pueden persistir algunos síntomas en el período de convalecencia, que a veces se prolonga varias semanas. Entre estos síntomas destacan la tos seca y el malestar general.

Los síntomas generales se suelen acompañar de manifestaciones respiratorias.

Tos seca
Rinorrea
Dolor de garganta

Los enfermos más vulnerables, como las personas con enfermedades pulmonares crónicas o con cardiopatías, las mujeres embarazadas, los ancianos y los niños muy pequeños, pueden sufrir complicaciones graves. En estas personas se recomienda la vacunación.

En niños de entre 6 meses y 5 años de edad con fiebre alta pueden producirse convulsiones. La mayor parte de estos episodios son rápidos y no dejan secuelas permanentes. Algunos niños tienen mayor predisposición que otros. Así 1 niño de cada 3 que haya tenido una convulsión puede sufrir otra en los 12 meses posteriores.

Una solución para tratar la fiebre y el dolor en caso de gripe puede ser tomarse un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) tipo Ibuprofeno asociado a Arginina (Espididol®), que está indicado en adultos y niños de más de 12 años de edad, para el alivio sintomático de los dolores ocasionales leves a moderados, y para los estados febriles. Si tienes alguna duda , consulta a tu médico o farmacéutico.