Cefalea nocturna
Cefalea nocturna
Una cefalea nocturna puede estar ya presente antes de dormirse y lo más frecuente es que sea una cefalea de tipo tensional que apareció durante el día y no se ha resuelto.
Una cefalea tensional puede ocurrir a cualquier edad, pero afecta especialmente a adolescentes y adultos y, como su nombre indica, suele ser provocada por la tensión excesiva en los músculos y tendones del cuello, la cara y el cuero cabelludo. Esta musculatura responde a estímulos de estrés, la ansiedad... Otro desencadenante del dolor puede ser una posición estática demasiado prolongada.
Pero existe también una forma específica de cefalea nocturna, que solo se inicia después de haberse quedado dormido y que provoca un despertar brusco, como si hubiera sonado un timbre en la cabeza. Esta variante de cefalea nocturna recibe el nombre de “cefalea hípnica” y se considera una cefalea primaria, es decir, no debida o asociada a otras enfermedades o factores externos identificables.
La cefalea nocturna "hípnica" es típica de las edades adulta y avanzada. El dolor sordo/intenso puede sentirse en los dos lados de la cabeza, aunque con mayor frecuencia solamente en uno (67% de los casos), casi siempre en el mismo lado.
Cómo tratar las cefaleas nocturnas
Si una cefalea nocturna consiste en la prolongación de una cefalea tensional ya presente antes de irse a la cama, el tratamiento sintomático del ataque doloroso con un analgésico menor no opioide, como Ibuprofeno asociado a Arginina (Espididol®), o ácido acetilsalicílico o paracetamol, suele ser la solución más sencilla, efectiva y contrastada, aunque siempre debe procurarse no abusar.
Si, por el contrario, la cefalea nocturna se corresponde con una cefalea nocturna "hípnica", la estrategia cambia, dado que el inicio del ataque durante el sueño impide que el fármaco actúe contra los síntomas antes de que el dolor se consolide, y el tratamiento debe ser determinado por un médico.
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