A nadie le gusta el dolor, y hacemos todo cuanto está en nuestra mano para reducirlo o hacerlo desaparecer. Pero el dolor, como la fiebre, es un mecanismo beneficioso para nosotros. Es una señal de que algo no anda bien. Y por tanto, es bueno comprender el dolor, y aprender a describirlo: esto ayudará al especialista a determinar cuál es tu dolencia. Así que, si te parece, ¡vamos a ver qué tipos de dolores existen!
El objetivo de este artículo no es adentrarnos en la terminología médica: para ello ya están los especialistas. Nuestro objetivo es explicarte de forma muy somera las diferentes naturalezas del dolor y, sobre todo, sus características para que puedas describirlo con exactitud.
El origen del dolor
Las señales del dolor se transmiten mediante el sistema nervioso. Y dependiendo de qué origine el dolor, o dónde lo haga, la ciencia médica describe dos grandes categorías de dolor:
El dolor nociceptivo
Es el dolor provocado por la estimulación de un sistema nervioso sano y correcto. Un órgano o tejido se ven afectados por algo (una quemadura, un golpe, una enfermedad…), los nervios lo detectan, y transmiten el dolor al cerebro. Es el tipo de dolor más corriente.
Según dónde ocurra esta estimulación, este dolor puede ser:
- Somático: Cuando afecta a zonas superficiales, como la piel, los músculos, los tendones, los huesos… Es muy fácil de localizar debido a la gran cantidad de terminaciones nerviosas presentes.
- Visceral: Como su nombre sugiere, afecta a las vísceras, a las zonas más profundas de nuestro organismo. Es más difícil de localizar, primero, porque a veces es un dolor vago, repartido, cuya área cuesta mucho delimitar (“me duele la barriga” o “me duele aquí por el costado”). Y segundo, porque la parte exterior del cuerpo donde se “refleja” ese dolor puede estar bastante alejada del punto de origen. Es lo que se llama dolor referido, y el ejemplo más claro es el dolor en el brazo o en el cuello al producirse un infarto.
El dolor neuropático
Es el dolor provocado por una alteración o problema en el sistema nervioso. Es decir, no es un sistema nervioso sano transmitiendo dolor, sino que es el propio sistema el que no funciona bien.
No suele responder a los analgésicos convencionales.
Los tipos de dolor
Por supuesto, esta pequeña clasificación del dolor engloba tantas y tan variadas dolencias y enfermedades, que ante el médico sólo nos queda describir nuestro dolor de la manera más precisa posible. Estos tipos de dolor te ayudarán con ello:
Dolor agudo vs Dolor crónico
Un dolor agudo es de corta duración (unas horas, unos días). El dolor crónico, en cambio, es de larga duración (cuando llevas más de dos o tres meses), y pierde su función de “aviso” al acostumbrarse uno a ese dolor constante.
Dolor continuo vs Dolor intermitente
Esto no necesita mucha explicación. El ejemplo más claro de dolor intermitente es el típico cólico, que duele “a ráfagas” aumentando o disminuyendo alternativamente.
Dolor irradiado, sordo, pulsátil y lacerante
El dolor irradiado es el que recorre una zona siguiendo un nervio. Por ejemplo, un calambre serio cuyo dolor se extiende alrededor, o un ataque de ciática que te baja hasta la pierna.
El dolor sordo es continuo, pesado, no te hace chillar pero no te deja vivir en paz (como un dolor de barriga continuado)
Un dolor pulsátil es el que se mueve en “oleadas” o “latidos” rítmicos, como una migraña o una cefalea en la que cada latido es una pesadilla.
El dolor lacerante es la clásica “puñalada”, un latigazo de dolor, que normalmente proviene de un nervio afectado por algún motivo.
Dolor refractario
Es aquel dolor que resiste a los tratamientos total o parcialmente. A veces no se disminuye nada el dolor, otras veces sólo se reduce, y a veces desaparece para regresar al cabo de poco.
Respecto a la intensidad, no existe categorización posible ya que cada persona tiene un umbral y percepción del dolor diferente. Normalmente el médico te dirá que lo puntúes del 1 al 10. Pero con esto, y una descripción precisa del tipo de dolor que sientes, podrá hacerse una idea de tu dolencia… ¡y empezar a ponerle remedio!
Fuentes de referencia:
http://www.mapfre.es/salud/es/cinformativo/valoracion-tipos-dolor-pacientes-ancianos.shtml
http://www.elmundo.es/elmundosalud/especiales/2004/06/dolor/tipos.html