¿Eres de esas personas que, cuando llega el frío, no ven la hora de dejarlo todo y correr a la pista más cercana para calzarte los esquís? Tanto si eres un esquiador experimentado como si estás dando tus primeros pinitos sobre las tablas, hoy queremos contarte cuáles son las 5 lesiones más comunes del esquí para que la próxima vez que te lances pista abajo tengas cuidado con no llegar al final con nada quebrado.
Aunque el esquí es un deporte seguro si vas con ojo, una caída de vez en cuando es inevitable, sobre todo cuanta menos experiencia tengas. Al fin y al cabo, consiste en deslizarte a toda velocidad sobre dos listones así que ¡que levante la mano quien no se haya ido nunca al suelo! Además de golpes y contusiones, que suelen ser los principales resultados de nuestras aventuras invernales, aquí va el top five de lesiones más graves y delicadas:
- La rodilla. Es la lesión más frecuente entre los esquiadores y las partes que más sufren son el menisco, los ligamentos cruzados anteriores y los colaterales.
- El hombro. Otro gran sufrido de la práctica del esquí. Aquí, las lesiones más comunes se dividen entre las luxaciones, las fracturas en el húmero y, en menor medida, en la clavícula.
- La mano. Y, más concretamente, el pulgar: el “pulgar de esquiador” consiste en una lesión en el ligamento que une los metacarpianos con la primera falange como consecuencia de un giro lateral muy brusco que provoca un dolor intenso en la mano.
- La cadera. Aunque no es demasiado habitual, las fracturas de cadera están en la lista de las 5 lesiones más comunes al practicar esquí. Una mala caída contra el suelo puede provocar fisuras y, en los casos más graves, roturas a nivel femoral.
- Las costillas. Una caída rodando, por ejemplo, puede provocar fracturas en el tronco y, más habitualmente, en las costillas. Es de las lesiones menos comunes pero, aun así, ¡hay que tenerla presente!
¿Cómo evitar lesionarse esquiando?
Aunque es prácticamente imposible no caerse nunca al practicar esquí, hay una serie de buenas prácticas que puedes seguir para evitar, en la medida de lo posible, que dichas caídas acaben en una lesión que dé al traste con tus vacaciones alpinas. En primer lugar, es importantísimo aprender a caer: intenta mantener el cuerpo relajado porque así se absorben mejor los golpes, ya que el impacto fluye a través de las articulaciones. Es mucho mejor intentar parar el golpe con las manos que caer de rodillas o de lado, ya que el riesgo de lesión se reduce.
También es importante tener en cuenta que los músculos que utilizamos al esquiar no solemos trabajarlos en el día a día, por lo que es muy recomendable hacer una pequeña preparación para tener el cuerpo a punto. Una mala forma física es un ingrediente básico para lesionarse practicando esquí. Del mismo modo, hay que saber reconocer cuándo el cuerpo necesita un descanso y retirarse a la cafetería para reponer fuerzas. Y, por último y a modo de resumen, aquí van cuatro consejos básicos que te ayudarán a prevenir las temidas lesiones:
- Mantener las piernas siempre ligeramente flexionadas
- Procurar no caer sobre las manos de forma brusca
- Mantener los brazos hacia delante y hacia arriba
- No endurecer las piernas al caer
¡Ahora, solo queda calzarte los esquís y lanzarte a la pista para practicar!
Fuentes de referencia:
http://www.teknon.es/web/aleix-vidal/esqui-y-snowboard/lesiones
http://www.abc.es/sociedad/20140112/abci-lesiones-comunes-esqui-201401110240.html
https://www.allianz-assistance.es/blog/viajes/lesiones-mas-frecuentes-del-esqui-y-el-snowboard.html
http://www.esqui.com/es_ES/experto/3/lesiones-en-la-practica-del-esqui
