Pocas cosas hay más molestas que el dolor de cabeza, que a veces se vuelve insoportable. Y cada día, miles de personas sufren de cefalea en sus puestos de trabajo, con una especial incidencia en oficinas. ¿A qué se debe esto, y cómo podemos prevenirlo? ¡Esperamos poder ayudarte con estos consejos!
¿Qué causa un dolor de cabeza y cómo evitarlo?
Para empezar, existen dos tipos de cefalea: la tensional, o externa, y la conocida como “migraña”. En este artículo no hablaremos de la migraña, cuyo funcionamiento, origen y tratamiento es diferente. Nos centraremos en el dolor de cabeza tensional porque, además, es el más común en oficinas y despachos.
No existe un listado exacto de desencadenantes para una cefalea, que puede tener varias causas y también depender de la persona. Pero la medicina sí ha detectado una serie de elementos que en muchos casos acaban provocando dolor de cabeza.
¿Y sabes qué? La mayoría de estos desencadenantes podrías evitarlos tú mismo/a en el trabajo.
La postura y el tono muscular
Esto es clave en personas que pasan la mayor parte de su jornada sentados, leyendo, escribiendo, atendiendo o en el ordenador, da igual. La educación postural no ha estado demasiado presente en nuestra sociedad, y sentarse “de cualquier manera” es la mejor receta para provocarse uno mismo un dolor de cabeza en la oficina(además de problemas más serios de espalda).
- Debes sentarte con la espalda lo más recta posible. Y tenlo presente cuando vayas cambiando de postura a lo largo de los minutos.
- Tu mirada debería quedar en línea recta con aquello que debas mirar durante más tiempo en tu jornada. Sea una pantalla de ordenador, o la altura media de los clientes que pasan por caja. Prohibido mantener durante mucho tiempo una postura forzada del cuello mirando hacia arriba o hacia abajo, hace que los músculos de la nuca se agarroten provocando la cefalea.
- Levántate y date una vuelta para estirar los músculos al menos una vez cada hora.
- Haz algo de ejercicio regular. No es un tópico: tonificas los músculos, relajándolos y ayudando a que se agarroten menos, y además liberas endorfinas, que son como un analgésico natural.
La luz
Otro elemento central, que además es fácil de controlar. La falta de luz nos obliga a forzar la vista, cansando los ojos y desencadenando eventualmente un dolor de cabeza.
- Trabaja con toda la luz natural posible.
- La luz artificial más neutra o blanca es mejor.
- Que no arroje sombras sobre el lugar de trabajo.
- Nunca trabajes sólo con la luz de la pantalla, no es bueno para los ojos ni para la cabeza.
El estrés
En cualquier trabajo se viven situaciones de estrés, y oficinas y despachos son lugares muy proclives a ello.
Esto es más difícil de controlar. Primero, por uno mismo, que necesita buscar ayuda o métodos para aliviar el estrés. Y segundo, porque muchas veces las causas son externas y no se pueden dominar ni prevenir: una gran carga de trabajo imprevisto y urgente, un problema con un cliente, o con la dirección…
Si notas que tus dolores de cabeza en la oficina coinciden con los momentos o periodos de estrés, es probable que éste sea el origen. La gestión de ese estrés, ya depende de si puedes controlar o no ese origen.
El sueño y la comida
La falta de sueño, aparte de llevarnos cansados todo el día, también está asociada a la aparición de cefaleas. Así como la falta de comida en el organismo.
Por eso es muy importante ser regular con el dormir y el comer. Ir a la oficina con cuatro horas de sueño y una tacita de cereales es una buena receta para un dolor de cabeza a media mañana.
La vista
Por último, mucha gente en oficinas y despachos lleva gafas/lentillas. Si no las llevas, sufres bastantes dolores de cabeza en la oficina, y notas que fuerzas la vista al leer documentos o la pantalla, quizá necesites una revisión. Y si ya las llevas y te ocurre lo mismo, quizá te toque una nueva graduación.
¡Así que sin falta al oftalmólogo o al oculista!
Seguro que si trabajas en una oficina o un despacho, te suenan estas situaciones y has vivido estos dolores de cabeza. ¿Tienes algún truco en particular que te ayude a prevenirlos? ¡Si es así, comparte con nosotros tu experiencia!
Fuentes de referencia:
https://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000797.htm
