¿Sabías que uno de los dolores de cabeza más comunes no lo causa el cerebro? En este artículo te explicamos los desencadenantes de la cefalea tensional, y consejos para prevenirlas y aliviarlas.
Todo el mundo sufre de dolor de cabeza en algún momento. Para la mayoría es algo recurrente, para muchos es incluso frecuente (y sin contar con aquellos que sufren de migraña, que es otro tipo de patología). Y muchas veces lo has descrito como si tuvieras una especie de correa apretándote la cabeza. En estos casos, probablemente estás ante una cefalea tensional.
Causas de la cefalea por tensión
Como su nombre indica, estas cefaleas son provocadas por la tensión excesiva en los músculos y tendones del cuello, la cara y el cuero cabelludo. No solemos percibir cómo está funcionando toda esta musculatura, pero funcionar funciona, y responde a los estímulos. Sobre todo, responde a los estímulos del estrés, la ansiedad, o la depresión. De ahí que, aunque pueden ocurrir a cualquier edad, afecten especialmente a adolescentes y adultos, que son los momentos en que estamos más expuestos.
Otro desencadenante del dolor puede ser una posición estática demasiado prolongada. Es un tipo de dolor muy habitual en personas que trabajan todo el día delante de un ordenador, ya que se mantienen en la misma posición durante muchas horas, y la musculatura de la cabeza está forzada manteniéndola. Por el mismo motivo, dormir con el cuello en una posición anormal también puede desencadenar este tipo de cefaleas. Si además el cuarto está frío, la probabilidad de dolor de cabeza se multiplica.
La prevención, por tanto, parece asequible, ¿verdad?
Prevenir el dolor de cabeza tensional
Es esencial librarse de situaciones crónicas de estrés o depresión. Muchos las vivimos y hay que buscar soluciones: nuevos enfoques de cara al trabajo, cambios en las condiciones o el mismo empleo, conciliación familiar, ayuda psicológica… estas situaciones crónicas minan muchísimo la salud, más allá de los dolores de cabeza por tensión que acaban provocando.
Dicho esto, se trata de gestionar las emociones en la medida de lo posible, y darse un respiro en el entorno laboral o personal en el que estás quieto prolongadamente. Cuidarse un poco: reducir un poquito la cafeína (sin llegar a la abstinencia), bajar el tabaco (y recuerda que debes dejarlo), dormir más horas…
Estas medidas irán reduciendo progresivamente la frecuencia de las cefaleas tensionales.
Aún así, nadie se libra del todo. Antes o después puede ocurrir. ¿Qué debemos hacer entonces?
Aliviar la cefalea tensional
- Masajes: masajear suavemente la musculatura de la cara, el cuello y el cuero cabelludo contribuye a relajarla y proporciona un pequeño alivio en el episodio.
- Silencio y paño frío: Aislarse durante un rato en una habitación a solas, en silencio, combinado con los masajes o incluso intentar dormir un poco, es un buen método. Con un paño frío en la frente el alivio es más rápido.
- Duchas: Un chorro de agua cayendo sobre la cabeza puede ayudar mucho a aliviar la tensión y el dolor. Para algunas personas es ideal con agua fría, mientras que para otras es con agua caliente.
- Analgésicos: Todo lo anterior, según la intensidad del dolor, puede reforzarse tomando algún analgésico sin prescripción, como el paracetamol, el ibuprofeno, o la asociación de ibuprofeno con arginina, que es de acción más rápida.
En cualquier caso, si los dolores se vuelven frecuentes de forma prolongada, hay que acudir al médico para un examen del problema. Pero con estas indicaciones ya podrás lidiar mejor con esos molestos dolores de cabeza por tensión.
Fuentes de referencia:
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000797.htm
https://medlineplus.gov/spanish/ency/patientinstructions/000421.htm